El frio: un enemigo del ojo seco

Ahora que estamos en invierno debemos de estar atento a la sequedad del ojo, ya que tanto el frío ambiental como el viento aumenta la sequedad ocular.

Según estudios realizados, una temperatura del parpado y del ojo menor de 30 grados puede hacer agravarse o que aparezca problemas de ojo seco. En esta otra entrada del blog podemos leer los síntomas del ojo seco.

Según los investigadores, los efectos son muchos mas pronunciado en el exterior, por lo que siempre es conveniente proteger los ojos del viento.

Las gafas y el uso de colirios parecen la mejor opción en estos casos, aunque si el estudio es tan específico como parece, lo cierto es que nunca sabremos si podremos vernos afectados por el síndrome del ojo seco, que aunque no es peligroso, sí que resulta bastante molesto.